Danny Sugerman me llamó y me dijo que mí cantante estaba en la cárcel, y que teníamos que ir a pagar la fianza. Le habían detenido por embriaguez y desorden público. La fianza era sólo de 150 pavos. Entregamos el dinero, y en veinte minutos apareció James “Iggy Pop” Osterberg tambaleándose, con un vestido de mujer. Me lo quedé mirando y le dije, “Jim, ¿llevas un vestido de mujer?”. “Siento discrepar”, me contestó él. “Es un vestido de hombre”.
sábado, 7 de febrero de 2009
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