Me temblaban los dedos al rasgar el sobre.
Querido Mr. Foxworth:
Tengo el gusto de informarle que ha sido usted aceptado en la Facultad de Medicina de Harvard. Como Decano, me satisface...
No pude leer más. Se me llenaron los ojos con lágrimas de felicidad, y las letras se confundían ante mi vista. Cogí la carta, la apreté con fuerza contra mi pecho, subí las escaleras corriendo como una chiquilla y llamé a la puerta de Christopher. No estaba allí. Me dirigí entonces a la habitación de Corinne, pensando que ella quizá supiera dónde se encontraba Christopher. Pero tampoco la hallé en su cuarto. De pronto, escuché un ruido apagado. No podía atinar de dónde procedía. Me dirigí en aquella dirección. Por un momento, el corazón me latió con tanta fuerza, que casi no oía nada más. El ruido aumentó.Era como una risa, pero una risa extraña, como ahogada con una almohada. Al fondo del pasillo había una luz encendida. Comencé a deslizarme hacia allí con gran sigilo.
-Corinne, -oí que susurraba una voz-, ¿qué habrías hecho si jamás te hubiera conocido? ¿Cómo vivirías? Tú eres mi vida. Tú eres la única razón de mi existencia. Tú eres...
-Chsst, -le interrumpió ella-. Alguien puede oírnos.
-No me importa que me oigan. Te quiero. Y deseo que el mundo lo sepa.
La claridad surgía por debajo de las puertas dobles de la habitación del cisne.
Apretando entre los dedos la carta de aceptación de Christopher enviada por Harvard, entreabrí un poco la puerta con sumo cuidado. Tendidos en la cama cisne, medio desnudos, sus extremidades entrelazadas, abrazados y acariciándose con pasión, estaban Corinne y Christopher. Ella tenía la cabeza echada hacia atrás y sus rojos labios se hallaban ligeramente entreabiertos. ¡Christopher estaba besándole los pechos desnudos!
Sin pensarlo, casi di un portazo al cerrar la puerta. Mi mente estaba confusa, aterrorizada y llena de rabia. El corazón me latía como un pajarillo asustado delante de una zorra. ¡Christopher y Corinne! ¡Eran amantes! ¡¡Amantes!! ¡Dios mío, si eran hermanos! ¡Oh, Señor!, ¿qué había hecho yo? ¿Qué habíamos hecho todos? Me desplomé al suelo. La cabeza me daba vueltas y me sentía como si toda la vida que había en mí se estuviera convirtiendo en veneno. De un modo frenético, buscaba en mi pensamiento lo que podía hacer. ¿Debía enfrentarme a ellos? ¿Convenía decirles la verdad? ¿Les castigaría Dios por lo que habían hecho?
Querido Mr. Foxworth:
Tengo el gusto de informarle que ha sido usted aceptado en la Facultad de Medicina de Harvard. Como Decano, me satisface...
No pude leer más. Se me llenaron los ojos con lágrimas de felicidad, y las letras se confundían ante mi vista. Cogí la carta, la apreté con fuerza contra mi pecho, subí las escaleras corriendo como una chiquilla y llamé a la puerta de Christopher. No estaba allí. Me dirigí entonces a la habitación de Corinne, pensando que ella quizá supiera dónde se encontraba Christopher. Pero tampoco la hallé en su cuarto. De pronto, escuché un ruido apagado. No podía atinar de dónde procedía. Me dirigí en aquella dirección. Por un momento, el corazón me latió con tanta fuerza, que casi no oía nada más. El ruido aumentó.Era como una risa, pero una risa extraña, como ahogada con una almohada. Al fondo del pasillo había una luz encendida. Comencé a deslizarme hacia allí con gran sigilo.
-Corinne, -oí que susurraba una voz-, ¿qué habrías hecho si jamás te hubiera conocido? ¿Cómo vivirías? Tú eres mi vida. Tú eres la única razón de mi existencia. Tú eres...
-Chsst, -le interrumpió ella-. Alguien puede oírnos.
-No me importa que me oigan. Te quiero. Y deseo que el mundo lo sepa.
La claridad surgía por debajo de las puertas dobles de la habitación del cisne.
Apretando entre los dedos la carta de aceptación de Christopher enviada por Harvard, entreabrí un poco la puerta con sumo cuidado. Tendidos en la cama cisne, medio desnudos, sus extremidades entrelazadas, abrazados y acariciándose con pasión, estaban Corinne y Christopher. Ella tenía la cabeza echada hacia atrás y sus rojos labios se hallaban ligeramente entreabiertos. ¡Christopher estaba besándole los pechos desnudos!
Sin pensarlo, casi di un portazo al cerrar la puerta. Mi mente estaba confusa, aterrorizada y llena de rabia. El corazón me latía como un pajarillo asustado delante de una zorra. ¡Christopher y Corinne! ¡Eran amantes! ¡¡Amantes!! ¡Dios mío, si eran hermanos! ¡Oh, Señor!, ¿qué había hecho yo? ¿Qué habíamos hecho todos? Me desplomé al suelo. La cabeza me daba vueltas y me sentía como si toda la vida que había en mí se estuviera convirtiendo en veneno. De un modo frenético, buscaba en mi pensamiento lo que podía hacer. ¿Debía enfrentarme a ellos? ¿Convenía decirles la verdad? ¿Les castigaría Dios por lo que habían hecho?
2 comentarios:
vaya, una historia de insesto, nunca estan de mas, jajajajaja.
pero... ¿de que trata el libro?
no pude comprender el trama principal.
Es Jardin Sombrío, de VC Andrews
Es...este...como explicarte...
La cosa es que son cinco libros, y este es el último, pero cronológicamente, el quinto va antes que el primero ¿ok? (jaja, no yo me entendí)
5-1-2-3-4 así debería de ser, pero el uno es el mas "intenso" por así decirlo, de manera que el 5º es una manera de entender la razón de ser de los personajes que aparecen en los libros 1, 2, 3 y 4.
Igual y puedes leer este y no hay pex, así puedes entender mejor los otros 4 (si te animas a leerlos).
La historia es esta "Olivia nunca ha sido una chica agraciada, su manera de actuar, su personalidad y su fisionomía parecen repeler a los hombres que se acercan a ella. sin embargo, un día Malcolm Foxworth llega y en muy poco tiempo logra conquistarla y casarse con ella.
Olivia piensa que su cuento de hadas se hará relaidad, Malcolm la lleva a vivir a una gran mansión, y sin embargo es ahí donde su pesadilla comienza...
Él resulta ser un hombre obsesionado con su madre y con la belleza femenina (algo que Olivia no posee), así que cuando el padre de Malcolm vuelve a casa, casado con una chica de 16 años, ocurren ciertas situaciones que llevan a los Foxworth por caminos inesperados...
14 o 15 años después de todo lo ocurrido, Corrine y Chris se conocen y se enamoran, sin saber que en realidad sus vidas están mas conectadas que lo que en realidad parece..."
Chale, me aventé mi chorote, pero la verdad me gustó mucho el libro, y gracias a él comprendí lo que ocurrió en los demás...
La saga es: Flores en el ático, Pétalos al viento, Si hubiera espinas, Semillas del ayer y Jardín Sombrío
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